Grandes sin buscar el éxito

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LA NUEVA GENERACIÓN
ASEGURAN QUE “QUIZÁS LO QUE ESTÉN HACIENDO SEA PORQUERÍA, PERO ESO LO DIRÁ EL TIEMPO”

Indhira Suero 

Dos poetas caminan juntos. Jóvenes, con talento y una prosa envidiable en sus textos dan testimonio de que la realidad puede ser reflejada tal cual en la poesía. Frank Baéz y Homero Pumarol afirman que no tienen afán de éxito, es más, el solo pensarlo les causa risa. Con la banda de Spoken word (Palabra hablada) llamada “El Hombrecito” han hecho que el arte de la narrativa atraiga, poco a poco, al público de un país en el que la literatura y los niveles de educación son bajos. 

Ambos representan la nueva cara de los escritores de República Dominicana y eso enorgullece a cualquiera.


Ya lo pasado, pasado…
Una visita a este periódico hizo que los poetas pudieran discutir sus ideas. Lo que fue un encuentro para otro reportaje resultó el momento perfecto para hablar de literatura. Conocer de primera mano la opinión de autores que conforman parte de un grupo selecto permite al más desentendido imaginarse el rumbo que tomará la literatura joven en este país.

Definir a los escritores de los 90 hasta esta fecha resulta difícil para ambos. Frank Báez empezó la entrevista al afirmar que más que “grupo” los escritores jóvenes de República Dominicana hacen su trabajo aparte. Al preguntarle sobre la generación de poetas de los 80  Báez respondió que no ve la necesidad de reunirse para hacerse llamar “generación”. Asegura que en la actualidad sus compañeros escriben cada uno por su cuenta y que eso representa la salida de círculos gastados, instaurados por un grupo que no supo prepararse ante los cambios.

“En la actualidad esa generación está desfasada,  no están haciendo su tarea. Muchos quisieron llegar a la literatura para crear una imagen de poeta que les beneficiaria para conseguir otras cosas. Creo que no tenían libertad para escribir además  no trabajaban poemas, sino poética y al final lo que sirve es la práctica”.

Homero Pumarol posee un estilo más franco asegura que al hablar de la generación de los 80 suena como si hablaran de otro siglo. Define a ese grupo como uno con afán de adoctrinar y destaca que hay que guardarse de esa enfermedad. “Deben tomarse más en serio, parece que no lo hicieron nunca, además eran indiferentes ante lo que les rodeaba, solo escribían manifiestos”.  

¿Éxito?
Ninguno de los dos busca el éxito. Se autodenominan parte de la generación del fracaso. Para Homero Pumarol querer triunfar como poeta  es pedirle mucho a un género: “Desde que te asumes poeta, fracasas. Pienso que bastante hemos logrado  en este país, en el que hay gente que no sabe escribir su nombre. No debería existir posibilidad para gente como Frank y yo, pero hay un público que nos lee, aunque quienes acudan a nuestras presentaciones no sean poetas”.

Frank Báez no duda al decir que en este país todo se ve en términos editoriales. “Hay que tratar de tener nuevas casas editoriales porque así crecerá la literatura. Los libros no tienen editores y eso es lo que falta. Una solución podría ser la creación de un aparato literario dominicano”, asegura.

Báez destaca la necesidad de que cada quien encuentre su forma  de llegarle a la gente. “Aquí todavía hay algo que atrae a la gente a nuestro género; hay algo eventos de poesía y revistas literarias lo que nos da un camino y nuevas posibilidades “.

Sin poses ni artificios
“Al principio nos criticaban y decían que lo que escribíamos Homero y yo era realismo sucio, pero más que eso pienso que hay que evolucionar  y tratar de no ser predecible”, asegura Frank Báez.

De acuerdo al autor, muchos escritores tienen la idea de que para escribirse necesita pensar que todo es perfecto y bello, cuando lo que exige la sociedad  es un “acercamiento a lo que la rodea”. 

Texto original: http://www.listin.com.do/ventana/2011/7/1/194272/Grandes-sin-buscar-el-exito