Indhira Suero
El letrero de “no gorda” en el carro público no impidió que Yunelkis Pozo Cabrera (conocida en su barrio como “La Chula”) se montara, con sus casi 300 libras, en el vehículo. Las risas y comentarios denigrantes de todos los pasajeros, ni siquiera la inmutaron.
El que de entrada el chofer le “ordenara” que pagara dos pasajes o que si no se fuera a pie, no la molestó. Su cuerpo abundante de carnes caribeñas estaba acostumbrado a pagar por dos, aunque solo tuviera un corazón y un cerebro.
Las “sutiles” referencias sobre la gente que come mucho chicharrón, que bebe mucha cerveza, y después ni caminar bien puede, ni siquiera las escuchó. El que una doña evangélica y vegetariana se atreviera a decir en voz alta, como si estuviera predicando en la iglesia, que una mujer no puede estar tan “marrana”, no alteró en lo más mínimo la paz interna de nuestra “Chula”.
Así como tampoco lo hizo el intercambio de risitas y miradas acusadoras entre el “jevito” que iba a su lado y la “modelito” 90-60-90 que estaba en el asiento delantero.
Ni siquiera el “apriétense como anoche que llegó mayimbu” hirió sus sentimientos. “La Chula” era una mujer que no le paraba a na’, ni a ningún ignorante que se atreviera a decir que ella, sí ella, era una “mamplota”, una “budusca”, una inservible por sentarse en su casa a comer como una “cerda” y una “vaca” por solo moverse para agarrar la cuchara.
De nuevo les digo mis queridos negritos, a nuestra “Chula” nada de eso le importaba, porque ella estaba hecha a prueba de balas y los comentarios de un grupo de ignorantes no le hacían “ni fu, ni fa”.
Y es que si ella ha aguantado que durante más de 15 años su esposo le grite todas las mañanas y todas las noches cosas peores de ahí, los comentarios de un grupo de ignorantes no le harían “ni fu, ni fa”. Si sus frondosas carnes caribeñas soportan que su “macho” las golpee con rabia cada fin de semana de borrachera, lo que diga un grupo de brutos no le haría “ni fu, ni fa”. Y si su corazón de gorda ha sufrido todas las infidelidades de su marido con cualquier “flaca” que le pase por al lado, lo que diga un grupo de “ñames” no le haría “ni fu, ni fa”…
El letrero de “no gorda” en el carro público no impidió que Yunelkis Pozo Cabrera (conocida en su barrio como “La Chula”) se montara, con sus casi 300 libras, en el vehículo. Las risas y comentarios denigrantes de todos los pasajeros, ni siquiera la inmutaron.
El que de entrada el chofer le “ordenara” que pagara dos pasajes o que si no se fuera a pie, no la molestó. Su cuerpo abundante de carnes caribeñas estaba acostumbrado a pagar por dos, aunque solo tuviera un corazón y un cerebro.
Las “sutiles” referencias sobre la gente que come mucho chicharrón, que bebe mucha cerveza, y después ni caminar bien puede, ni siquiera las escuchó. El que una doña evangélica y vegetariana se atreviera a decir en voz alta, como si estuviera predicando en la iglesia, que una mujer no puede estar tan “marrana”, no alteró en lo más mínimo la paz interna de nuestra “Chula”.
Así como tampoco lo hizo el intercambio de risitas y miradas acusadoras entre el “jevito” que iba a su lado y la “modelito” 90-60-90 que estaba en el asiento delantero.
Ni siquiera el “apriétense como anoche que llegó mayimbu” hirió sus sentimientos. “La Chula” era una mujer que no le paraba a na’, ni a ningún ignorante que se atreviera a decir que ella, sí ella, era una “mamplota”, una “budusca”, una inservible por sentarse en su casa a comer como una “cerda” y una “vaca” por solo moverse para agarrar la cuchara.
De nuevo les digo mis queridos negritos, a nuestra “Chula” nada de eso le importaba, porque ella estaba hecha a prueba de balas y los comentarios de un grupo de ignorantes no le hacían “ni fu, ni fa”.
Y es que si ella ha aguantado que durante más de 15 años su esposo le grite todas las mañanas y todas las noches cosas peores de ahí, los comentarios de un grupo de ignorantes no le harían “ni fu, ni fa”. Si sus frondosas carnes caribeñas soportan que su “macho” las golpee con rabia cada fin de semana de borrachera, lo que diga un grupo de brutos no le haría “ni fu, ni fa”. Y si su corazón de gorda ha sufrido todas las infidelidades de su marido con cualquier “flaca” que le pase por al lado, lo que diga un grupo de “ñames” no le haría “ni fu, ni fa”…
Texto original: http://www.listin.com.do/ventana/2012/11/3/253699/print
Me fascino!! Jajaja Muy chulo.
Gracias Melissa!!! 🙂
Pues creo que la chula debe quererse mas a ella misma porque así como su apodo lo dice es una chula de mujer, que no debe cambiar por nadie simplemente por sentirse mejor a ella misma.
De acuerdo contigo, Licet!! Siempre es bueno cuidar de nuestra autoestima.
Muchas gracias por tu comentario 🙂
Me parece que el mensaje no esta bien plasmado…ya que deja ver que a la «chula» no le importaba nada , y nada le heria solo por el hecho de que ya le aguantaba al marido golpes, y gritos, y no porq ella tuviese un alta auto estima, q a mi parecer seria un mejor mensaje. Asi hay muchas chulas, que ni las va, ni les viene comentarios negativos de gente bruta, pero es porque se aman a como son, tienen una personalidad fuerte ,y alta auto estima…no porque le hayan tenido que aguantar a ningun patan.
Con todo respeto,es solo mi opinion.
Me parece que el mensaje no esta bien plasmado…ya que deja ver que a la «chula» no le importaba nada , y nada le heria solo por el hecho de que ya le aguantaba al marido golpes, y gritos, y no porq ella tuviese un alta auto estima, q a mi parecer seria un mejor mensaje. Asi hay muchas chulas, que ni las va, ni les viene comentarios negativos de gente bruta, pero es porque se aman a como son, tienen una personalidad fuerte ,y alta auto estima…no porque le hayan tenido que aguantar a ningun patan.
Con todo respeto,es solo mi opinion.
No hay problema, Krystell!! Respeto tu comentario 🙂