La cultura encuentra su lugar en todas partes. Se convierte en una porción fundamental de los seres humanos, les permite ser, crear, imaginar y exteriorizar lo que llevan dentro. En el centro de la Cordillera Central se ha manifestado de diversas maneras.
Varios factores determinan que Constanza sea un municipio que puede caracterizarse por algo más que fresas y belleza natural.

Los ‘montrojuelos’, un carnaval diferente
En ‘100 años Constanza (1907-2007)’, suplemento de LISTIN DIARIO  que conmemoraba el centenario del municipio, se destaca que el carnaval se celebra con mucho esplendor todos los domingos del mes de febrero, en el parque Anacaona, y que se caracteriza por su heterogeneidad, al combinar rasgos propios del carnaval vegano y sureño, con los elementos creados por los constanceros.

Sobre los diablos cojuelos, se manifiesta que son una expresión del carnaval vegano que ha sido asimilada por los constanceros. Los disfraces realizados con vasos plásticos, tapas de refrescos y fibras de sacos, constituyen recursos propios del carnaval local. También se confeccionan caretas que representan a animales, como elefantes, monos, tigres y leones.

De acuerdo a Salvador Abreu, presidente del Comité Organizador del Carnaval de Constanza, al principio hacían la careta de diablo cojuelo y, para diferenciarse de los de La Vega agrandaron las mascaras, y añadieron figuras de animales, por lo que pasan a denominarse los ‘montrojuelos’.

“Entre los años 60 y 70 unos grupos iniciaron la tradición de celebrar el carnaval. Gracias a la labor de Manuel Apolinar Rosario (Polín), caretero y diseñador de trajes, oriundo de La Vega, esta celebración cobró vida entre las montañas. Rosario fue el primero en disfrazarse y se hacía acompañar de varias personas, aunque solo salían con los trajes en los campos porque en la ciudad les tiraban piedras a quienes se disfrazaban”, recuerda Abreu.

Abreu menciona a otras personalidades que iniciaron el carnaval en el municipio, como Rafael Martínez, Leonel Hidalgo, Juan Nicolás Brito y la familia Gratereaux.

“Después de ellos entramos nosotros con ayuda del Ayuntamiento Municipal de Constanza. En el 2000 ganamos el segundo lugar en el desfile de Puerto Plata y el primer lugar en el Desfile Nacional de Carnaval, en 2002 obtuvimos el segundo lugar y en el 2004 el primer lugar a nivel nacional”, destaca Abreu.

En el texto “El carnaval dominicano, antecedentes, tendencias y perspectivas”, del sociólogo  Dagoberto Tejeda, se asegura que como resultado de su formación histórico social, el carnaval no tenía una expresión particular en Constanza. En ese sentido, la influencia de La Vega fue determinante, a tal punto que jóvenes de Constanza compraban allí los trajes.

Según Tejeda, el crecimiento cuantitativo llevó a la búsqueda de sus propios personajes e identidad, predominando los diablos cojuelos redimensionados con la creatividad de los artistas. También destacaban los ‘Monstruos de Danny’, personajes originales que no existían en ningún otro lugar del país, con dimensiones multicolores exageradas, pero artísticamente elaboradas.

En la actualidad sobresalen grupos como los “Cucuclan”,“Duendes”, “Canarios”,“Novillos”, “Los Inmortales”,“Los Cha” y “Los Cachuas”. El 18 de enero se  celebra una noche de gala en la que se expone la belleza y creatividad de los ‘montrojuelos’, el 25 se corona a la reina y al rey momo, el 29 se efectúa un desfile y el 27 de febrero es el último día de celebraciones.

Capturar la belleza
Rubén Darío Abud,  creador y director del Instituto Dominicano de Fotografía (IDF), se destaca en la fotografía nacional como un constancero de pura cepa. De acuerdo a sus palabras, los paisajes y contrastes de su pueblo sirven de inspiración a cualquier artista.

Para Abud, en este momento el municipio no tiene mucha identidad cultural porque la mayoría de sus artistas emigran a ciudades más grandes como La Vega, Santiago, Santo Domingo.

“Se ha perdido la mística de tener conciertos y de hacer actividades culturales ahora queremos despertar esas costumbres que se han perdido en nuestros pueblos. Uno de nuestros objetivos es reiniciar la semana cultural que hace años no se hace”, enfatiza Abud.

Por tal motivo, trabaja en el proyecto de fotografía “Constanza en Blanco y Negro” que se expondrá al público el 10 de diciembre, con una exposición benéfica de 30 imágenes en beneficio del patronato de Rehabilitación, con sucursal Constanza. “Además estamos despertando el interés de rehacer la carretera que va a la loma del 80 para hacer un mirador que sirva de atractivo cultural y pensamos reiniciar la semana cultural en noviembre de 2012”, destaca.

Literatura, siempre presente
El Grupo Literario del Ateneo Insular de Escritores en Constanza se inicia en los años 80, con el nombre de “Atalaya”, bajo la dirección de  Julio Adames y Juan Emilio Batista , luego asume el nombre de “Grupo Literario Manuel del Cabral” adscrito al entonces Ateneo Insular de Escritores, hoy Ateneo Nacional e Internacional de Escritores.

Roberto José Adames, director del Grupo Literario del Ateneo Insular de Escritores en Constanza,  afirma que el grupo se preocupa por el fomento de la lectura y la escritura, para lo cual desarrolla al menos dos grandes actividades al año, con la presencia de más de 20 escritores de renombre nacional e internacional.

“Las proyecciones del grupo se vislumbran hacia la consagración de las letras en el ámbito del trabajo literario con seriedad, de suerte que la mayoría de nuestros miembros cuentan con publicaciones propias y han sido reseñados en antologías nacionales e internacionales”, asegura Adames.

En el texto “Perfil de proyecto de fortalecimiento de cultivos bajo ambiente controlado de la colonia española en Constanza”, autoría de Juan José Leira, se asegura que aunque hasta los años ochenta el pueblo hasta los años ochenta solo contaba con la presencia de René Rodríguez Soriano, en el ámbito de las letras varios de los escritores de Constanza han logrado galardones como el de Casa de Teatro, el de la Feria Nacional del Libro, el Provincial de Poesía, el de Radio Santa María y otros premios nacionales e internacionales.

En el 2007, con motivo al centenario del municipio, se presentó la colección “Luna Rota” compuesta por cuatro poemarios “Apunte a lápiz” de René Rodríguez Soriano, “Partículas fugaces”, de Roberto José Adames, “Vivir en regreso” de Juan Emilio Batista e “Infame turba” de Julio Adames. 

Texto original: http://listin.com.do/ventana/2011/11/11/210613/Constanza-cultura-entre-montanas