Yuniol Martínez Rosa, conocido por su madre como el Bebo y por todos los vecinos de su barrio como “muchachito del diablo”, va en camino a convertirse en futuro delincuente. Gracias a la mala crianza de su madre y al ejemplo de su padre, que todos los días le da su respectiva “golpiá” a su esposa y que tiene un punto de drogas en el comedor de la casa, nuestro querido niño será una lacra para la sociedad. Y no es que la sociedad en que vive tenga pocas lacras, más bien su país está “timbí” de ladrones y corruptos, pero nuestro amado Bebo se encargará de matar, robar y vender droga “a dos mano”.

Con tan solo cinco años, el Bebo demuestra sus aptitudes para delincuente. Tiene en zozobra a los vecinos de su calle, y de las aledañas, y le menciona la madre a cualquiera que se atreva a corregirlo. A tres niños más grandes que él los mandó al Darío Contreras, después que les propinara tremenda golpiza, y a una vecina evangélica (a la que antes le había roto la ventana tres veces) le provocó un pre-infarto luego de que le mencionara hasta del mal que se iba a morir y de que le dijera que “su maldita madre iba a leer la Biblia” .

Por supuesto, negritos, ante todos los desarreglos del Bebo sus padres no hacen nada. Por ejemplo, la mamá está muy ocupada en ir de casa en casa a chismear con las vecinas y a decirles que “aunque su marido le da golpes, ella no le tiene odio porque él, con to´y to´, le mantiene tres muchachos que no son de él”… (Continuará)

Texto original: http://www.listin.com.do/ventana/2014/7/26/331251/Ay-Bebo