Es decir, en República Dominicana tenemos la Bandera (arroz, habichuelas y carne), el sancocho, asopao, chicharrón, mangú, locrio, pescado con coco, los tostones, moros, las habichuelas con dulce, entre otros y llegar a esta nación en la que no hay nada definido me ha hecho pensar en la importancia de la comida para delimitar una sociedad y a su gente.
Como me es dificultoso cambiar un arrocito con habichuela y carne por un pedazo de pan y una salchicha he tratado de preparar platos que me hagan sentir cerca de mi isla (encontré casabe, salami, plátanos y longaniza), pero al mismo tiempo no puedo darle la espalda a mi realidad.
Por eso decidí probar diferentes platos, comprar ingredientes y condimentos que no tenemos en RD y simplemente disfrutar la oportunidad de estar en un país lleno de personas de todas partes del mundo. Lo único que no me gusta mucho es la “fast food” o comida rápida.
Tal vez deba investigar un poco más para ver si en realidad existe una “gastronomía estadounidense”, quién sabe si los nativos americanos o “amerindios” tienen algún plato que les identifique.
¡Mientras tanto,