No te desesperes, Papi
A Juan Pérez Mendez (conocido como Papi en el barrio Los Guandules) lo suspendieron de su trabajo cuando empezó la pandemia. Hasta finales del 2020, Papi recibió lo poco que le daban como subsidio estatal, pero hasta ahí llegó la ayuda. Desde ese momento, tendría que valerse solo.
De ganar un sueldo modesto, que le permitía mantener cierta estabilidad y suplir, de forma digna, las necesidades de su esposa paralítica y sus tres hijos, pasó a vivir en la incertidumbre. Cada día se levantaba con la barriga vacía, se ponía su gorra del Licey y agarraba sus herramientas: un martillo viejo, una cinta métrica borrosa, un cincel y un serrucho al que le faltaban algunos dientes.