{"id":996,"date":"2019-02-19T00:00:00","date_gmt":"2019-02-19T04:00:00","guid":{"rendered":"https:\/\/negritacomecoco.com\/2019\/02\/el-agua\/"},"modified":"2021-06-15T15:09:11","modified_gmt":"2021-06-15T19:09:11","slug":"el-agua","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/negritacomecoco.com\/2019\/02\/el-agua\/","title":{"rendered":"El agua de Do\u00f1a Meche"},"content":{"rendered":"
Y es que, queridos negritos, Do\u00f1a Meche se pas\u00f3 todo el d\u00eda sacando el agua que se meti\u00f3 a su humilde morada. La casita de madera, cart\u00f3n y zinc en la que cri\u00f3 a sus hijos. Su gran orgullo.<\/span><\/p>\n<\/div>\n <\/p>\n El m\u00e1s grande era raso y trabajaba como chofer en la finca de un general. El del medio se hab\u00eda ido hace poco a trabajar en un barco pesquero y la m\u00e1s peque\u00f1a ya ten\u00eda tres ni\u00f1os. Los nietecitos que cada domingo alegraban la vida de nuestra protagonista.<\/span><\/p>\n <\/p>\n<\/div>\n Esa semana la lluvia castig\u00f3 con sus fuertes latigazos a todo el pueblo. Las calles, llenas de desperdicios, no daban para m\u00e1s. A pesar de las fundas llenas de arena que puso uno de los hijos de Do\u00f1a Meche, el agua continuaba entrando de manera insistente y terca.<\/span><\/p>\n<\/div>\n <\/p>\n A pesar de todo, nuestra viejita ten\u00eda esperanza de que el mal tiempo pasar\u00eda. Ya estaba acostumbrada a perder lo poco que ten\u00eda en las inundaciones. No bastaba que sus hijos le pidieran que se fuera a vivir con ellos; que saliera de ah\u00ed a un lugar donde no llegara el agua.<\/span><\/p>\n<\/div>\n <\/p>\n Esa propuesta siempre recib\u00eda un no rotundo de parte de Meche. Sus mejores recuerdos estaban ah\u00ed. La presencia de Don Tomasito a\u00fan se sent\u00eda en la casucha en la que comparti\u00f3 con su gran amor, Meche.<\/strong><\/span><\/p>\n <\/p>\n<\/div>\n Pensando en \u00e9l, se acost\u00f3 ella ese d\u00eda. Si hubiese estado vivo sacar\u00eda toda el agua que entr\u00f3 a la casa. La que, sigilosa y certera, se tragar\u00eda la casita de la pobre anciana.<\/span><\/p>\n <\/p>\n<\/div>\n Pero Do\u00f1a Meche nunca durmi\u00f3 tan bien como aquella noche.<\/span><\/p>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Do\u00f1a Mercedes Cuevas Faustino, conocida como Do\u00f1a Meche, nunca durmi\u00f3 tan bien como aquella noche. Luego de una larga jornada de trabajo, esta vendedora de arepitas, quipes y jugos ten\u00eda al fin un merecido descanso. Y es que, queridos negritos, Do\u00f1a Meche se pas\u00f3 todo el d\u00eda sacando el agua que se meti\u00f3 a su humilde morada. La casita de madera, cart\u00f3n y zinc en … Seguir leyendo El agua de Do\u00f1a Meche<\/span><\/a><\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":1597,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_jetpack_memberships_contains_paid_content":false,"footnotes":""},"categories":[6],"tags":[49],"yoast_head":"\n