¡Ay, los tenis! 

A Robertico Mota (conocido como El Bebo por su abuela) lo mataron un primero de enero para quitarle un par de tenis Jordan que su mamá le mandó de los nuevayores.

Nuestro protagonista nunca pensó que lo que tanto le pidió a su madre acabaría con su vida. Todavía la abuela de El Bebo recuerda la cara de alegría que puso su nieto cuando abrió el paquete y vio unos tenis blancos con destellos dorados.

“Parecían los zapatos de un ángel”, dice la abuela que desde que vio a El Bebo con los calzados puestos tuvo un mal presentimiento

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Foto: ajordanxi.com

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“Le pedí que no se los pusiera, pero él me dijo que no me preocupara que esos tenis estaban bendecidos”, se lamenta la Doña en medio de un mar de lágrimas.

Desde que recibió ese regalo nuestro Bebo se sentía el dominicano más feliz de la isla. ¡Qué decir de la isla, se sentía el humano más feliz de la tierra!

El Bebo esperó con mucha paciencia durante todo un mes para ponerse los dichosos tenis.

Quería estrenarlos el primero de enero, deseaba empezar el año por todo lo alto y lucir por las calles el presente que con tanto amor le mandó su madre.

Los vecinos aún recuerdan cuando El Bebo salió a la calle con los tenis que brillaban más que nunca. El blanco puro y el dorado como un sol destacaban en los pies de nuestro protagonista.

Qué pena que unos atracadores obligaran a El Bebo a entregarle los tenis. Peor fue cuando nuestro héroe se negó a darles los zapatos que con tanto esfuerzo le había comprado su madre. A cambio de su negativa recibió dos balazos en el corazón.

Todavía queda el dolor en la calle donde vivía nuestro Bebo. Su abuela dice que de noche el alma de su nieto deambula por el barrio en busca de sus zapatos…

Texto publicado en Ventana, Listín Diario: ¡Ay, los tenis!