En puntas
Saludos a Doña Estervida, esa de la calle ocho parte atrás, cuyo sueño era poner a la nietecita en ballet en una escuela de riquitos. Luchó y luchó , fregó y fregó, trapeó y trapeó en casa ajena,hasta que las manos se le desbarataron, sin saber que la nieta llevaba el “dembow” en la sangre, que más que la quinta sinfonía de Ludwig Van Beethoven … Seguir leyendo En puntas